martes, 30 de noviembre de 2010

Carta abierta a los diseñadores de ropa femenina



Carta abierta a los diseñadores de ropa femenina

Me dirijo a su gremio como clienta suya con la idea de dejarles unas cuantas ideas claras.

En primer lugar, existen en el mundo unos seres que se llaman "mujeres" (sus clientas, por cierto) con unas características físicas determinadas, distintas a las de los hombres, y que van cambiando a lo largo de los años. Una mujer en su plenitud tiene pechos, caderas y culo de mayor tamaño que los de los hombres o las niñas. Y estas partes de su anatomía van aumentando de tamaño con la edad con notable frecuencia. Por otra parte, es muy difícil encontrar dos mujeres iguales; y así, encontramos mujeres con los pechos grandes o pequeños, caídos o respingones... y lo mismo se puede notar en las demás partes del cuerpo. Todos esos cuerpos son estupendos y valiosos en sí mismos. Todos desempeñan a la perfección las funciones para las que fueron diseñados. Y si tienen algún defecto no van a ser ustedes los que lo decidan, no es de su incumbencia.

En segundo lugar, permítanme que les baje un poco los humos. Ya sé que a Balenciaga le han hecho un museo y que Armani ha expuesto sus modelos en el Guggenheim. Pero desengáñense, estos hechos sólo indican que hoy en día el arte se está confundiendo con la decoración, no que los decoradores sean artistas. Ustedes no son artistas, sino artesanos. Su labor consiste en hacer ropa que nos haga sentir guapas y cómodas a las mujeres. Si alguno de ustedes se siente artista, que lo será, puede hacer modelitos para exponer, pero que avise que son obras de arte y no ropa, y que no pretenda que las mujeres nos vistamos con ellos, lo mismo que no se nos ocurre ponernos un Modigliani de sombrero.

Dejen de pretender que las mujeres modifiquemos nuestros cuerpos para meternos en sus "obras de arte". Son ustedes los que tienen que diseñar la ropa adaptada a nuestros cuerpos de mujer, grandes o pequeños, curvos o huesudos, esbeltos o fondones.

Y dejen de engañar y frustrar a las adolescentes. No parimos y criamos a nuestras hijas para que sean esclavas de sus caprichos, para que enfermen y sean desgraciadas, para que se sientan repugnantes en sus maravillosos cuerpos de mujer porque no "entran" en sus estúpidos y deshumanizados (desmujerados) diseños.

Sé que quizá piensen que estoy siendo injusta. Que las leyes de la moda no las dictan ustedes al cien por cien. Que si no diseñan lo que manda el mercado se hunden. Lo admito. Pero son colaboradores necesarios. Existe la ética profesional, la deontología. En todas las profesiones se aplica. ¿Por qué en la suya no?

Honduras: Imparables el femicidio y la violencia contra las mujeres



Honduras: Imparables el femicidio y la violencia contra las mujeres

Marchas y manifestaciones en Honduras el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. 3 a 5 bebes muertos semanalmente en los basureros de Tegucigalpa

El sistema económico salvaje contra el pueblo y el sistema patriarcal en Honduras aumentan dramáticamente el femicidio. Pero hay una violencia de la que no se habla tanto durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: la explotación de la mujer en el mercado laboral, explotadas, acosadas y humilladas, una violencia que se refuerza con las últimas leyes en el Congreso Nacional como Ley de Trabajo Temporal que afecta principalmente a la mujer.
Debido a la extrema pobreza son encontrados tres a cinco bebes muertos semanalmente en los basureros de Tegucigalpa, dice investigadora en la siguiente entrevista. Acusa la golpista y líder de la organización fascista de las Camisetas Blancas, Marta Llorena, por ser cómplice intelectual, por obedecer más a la sotanas negras de Opus Dei que aplicar el contenido de su firma para la defensa a la mujer en la conferencia internacional en Cairo en la década -90. Son las niñas de 10, 12, 13 años que hoy son madres que se preguntan; ¿“en que mundo cruel vivo”?

Esta violencia, según el análisis de mujeres de doce países, está cada vez más relacionada con el militarismo en la región, las secuelas de la guerra y los procesos de paz inconclusos. Con el desarrollo de un sistema feroz, cada vez más enfocado al consumo y la explotación, aumenta el número de asesinadas; aparece como grave problema la trata de mujeres y niñas y persiste la impunidad y la indiferencia social y gubernamental”

Seguir leyendo y ver video en: http://dickema24.blogspot.com/2010/11/honduras-video-imparables-el-femicidio.html

jueves, 25 de noviembre de 2010

COMUNICADO POR EL DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA


Hoy estamos aquí, como cada año, para demostrar con más fuerza que nunca (si cabe) nuestro rechazo al terrorismo machista. 365 días después del último 25 de noviembre parece que muy poco o nada ha cambiado a nuestro alrededor: pocos días nos levantamos sin la noticia de que el machismo ha vuelto a matar, noticia que, tristemente, se ha convertido en una costumbre más que en una excepción. Según las estadísticas oficiales, son más de 60 los femicidios en lo que va de año en el Estado Español, aunque solo se incluyen las mujeres que murieron en el acto, y no las que lo hicieron tiempo después. Si sumásemos el total real de víctimas de este terrorismo en 2011, la cifra ascendería por encima de los 100 asesinatos.

No podemos evitar preguntarnos la razón por la que el gobierno no incluye a todas las víctimas en sus estadísticas, queremos saber por qué silencian esas muertes. Nos mienten, proporcionándonos información dulcificada que no se ajusta a la realidad, y al mismo tiempo pretenden que confiemos en su forma de atajar el problema, que no es otra que proporcionar una serie de “facilidades” a las víctimas del maltrato (que en muchísimos casos no sirven de nada), así como lanzar periódicamente campañas de sensibilización. La última de ellas nos insta a sacar “tarjeta roja” al agresor; pretende que lo identifiquemos y lo saquemos de nuestro entorno. Pero, ¿acaso va a evitar esta reacción que se produzcan agresiones en un futuro? ¿Y qué ocurre con las personas agredidas? ¿Serán capaces de volver a llevar una vida normal? Es evidente que algo está fallando en el sistema: no se buscan soluciones efectivas, no se atacan los problemas de raíz. Tan solo se parchean las situaciones que vivimos cada día, llegando en ocasiones a extremos aberrantes, donde se trivializa la situación de las víctimas, se exagera, se bromea e incluso se acusa a la persona agredida de estar en realidad tratando de hacer daño a su agresor.

También resultan alarmantes los numerosos casos de violencia entre parejas cada vez más jóvenes, que demuestran que el terrorismo machista no es algo con lo que se pueda bromear, ni un vestigio de generaciones anteriores, sino una lacra peligrosa que se está perpetuando aquí y ahora. La solución definitiva, por tanto, va mucho más allá de aislar a quienes causan un desorden, es necesario replantearse totalmente la forma en que se educan hombres y mujeres. Está en nuestras manos acabar con los roles que el sistema predispone para nosotrxs. No existen unos patrones reales de feminidad o masculinidad, debemos desprendernos de las prejuiciosas etiquetas con que nos marcan al nacer.

Porque no podemos permitirnos vivir en un mundo en el que las relaciones entre sexos se convierten en cuestiones de vida o muerte. Porque debemos caminar hacia una sociedad verdaderamente feminista, verdaderamente igualitaria. Por nosotras, por las que se fueron y por las que vendrán, debemos tenerlo claro: EL MACHISMO MATA.

¡Es el patriarcado, estúpido!

Por Alicia Couselo - La Haine Dentro de nada conmemoraremos una vez más el día contra la violencia de género.

Una realidad vieja como la humanidad misma, que hoy tiene la particularidad de que se habla de ella, se hacen estadísticas, se investigan sus causas y se buscan alternativas. No es poco.

Sin embargo, el patriarcado está más consolidado que nunca. Como bien dice Alicia Puleo, “en las sociedades occidentales hemos pasado del 'patriarcado coercitivo' a un modelo de 'patriarcado de consentimiento', donde la mujer busca cumplir el mandato de un rol impuesto de forma voluntaria.” (2) No así el capitalismo, que hace aguas por todos lados, y en su caída está llevando a las prósperas clases trabajadoras europeas a situaciones imprevisibles.

La aceptación del patriarcado de consentimiento se expresa, por ejemplo, en la falta de crítica y la adaptación de las mujeres militantes a las estructuras androcéntricas de partidos, sindicatos y colectivos que conscientemente o no miran con lupa a cualquier mujer que aspire a elaborar política y más aun si es feminista. El feminismo se sigue viendo con desconfianza, tanto en la derecha como en la izquierda, porque las críticas al género hegemónico no gustan nada a muchos hombres y muchas mujeres, como tampoco gustan nada las denuncias a las clases dominantes. Pero hoy en el estado español, no nos queda más remedio que denunciar ambas cosas, porque la excusa de la crisis económica está dejando en evidencia la profunda misoginia de los políticos y el poder de los sectores de clase más reaccionarios. Dos contradicciones, la de clase y la de género que determinan el presente y el futuro de las mujeres.

El 25/11 suele ser un día de baile de cifras. El deseo de relacionar crisis económica con violencia de género y en consecuencia, desvirtuar los estudios feministas, lleva a periódicos como El Mundo a arrimar el ascua a su sardina y atribuir el asesinato de mujeres al fracaso político del Ministerio de Igualdad (3). Sin embargo, las cifras del Instituto de la Mujer y las publicadas por Mujeres en Red, indican que los índices de los últimos 10 años, se mantienen estables (4). No podía ser de otra manera porque para que un hombre maltrate a una mujer no hace falta estar en el paro ni estar deprimido. Es suficiente con estar convencido de que se es superior, de que las mujeres debemos estar a su disposición, que los trabajos que hacemos tienen menos valor, menos utilidad, menos capacidad. Y es que las mujeres hacemos el trabajo que sólo se ve cuando no se hace: el trabajo doméstico y el cuidado de mayores, niñas y niños. Sin embargo, estos trabajos fundamentales para la sostenibildad de la vida humana, ni se pagan ni se valoran por un único motivo: en su mayoría, los hacemos las mujeres.

Las mujeres socialdemócratas han creído que, con la presencia de algunas feministas en el gobierno de Zapatero, se conseguirían políticas que nos beneficien. Sin embargo, no tuvieron en cuenta que al integrarse en un partido capitalista y patriarcal como el PSOE, con un funcionamiento verticalista y antidemocrático, estas antiguas militantes se iban a convertir en tecnócratas de género, claudicando en sus principios y conformándose con proponer reformas que, como no podía ser menos, difícilmente se llevarían a la práctica. Así, las leyes de dependencia, de violencia de género y de igualdad se han quedado en meras declaraciones de principios. Nacieron sin presupuesto en una época de vacas gordas y ahora están prácticamente desaparecidas con la excusa de la crisis. No sólo eso, son tremendamente restringidas y aunque se aplicaran, no alcanzan ni remotamente a atender las demandas de los sectores a los que están dirigidos.

Esta realidad deja en evidencia que al poder no le interesan proyectos que debiliten al patriarcado, aunque en sí mismos podrían ser muy rentables. (5) Los servicios públicos y la atención a la dependencia crean muchos empleos y responden a la demanda de la mayoría de la población. El permiso de paternidad intransferible y remunerado al 100%, además de contribuir a la igualdad de género en el mercado laboral, sería de gran apoyo a la hora de favorecer el vínculo entre padres e hijos, cuya debilidad está en la base de los abusos y el maltrato.

La tecnocracia de género, desarrollada también por la mayoría de partidos políticos y sindicatos, está teniendo creciente incidencia en los colectivos de los movimientos sociales. Cada vez es más habitual escuchar a jóvenes varones que hablan de “género”, algo positivo pero que al no estar -en la mayoría de los casos- sujeto a ninguna dinámica concreta de implicación en la lucha pro feminista, ocurre que en la práctica quita inevitablemente a este concepto revolucionario acuñado en los años 60 todo contenido político, diseminando la relación jerárquica y de poder que ejerce un género sobre otro. En este sentido, Victoria Aldunate, militante del feminismo autónomo comunitario de Bolivia, al hablar de la implicación de la tecnocracia de género en la vida de las mujeres, nos dice que “sirve ante todo, a los intereses de la ideología patriarcal, la blanquea,la humaniza, despoja al feminismo de sus ideas, reflexiones y propuestas para presentarlas como otra cosas despolitizada y atomizada. Desmoviliza a los movimientos feministas y de mujeres, únicos capaces de ser una amenaza medular para el patriarcado” (5)

Las mujeres feministas tenemos un largo camino en la lucha contra todas las formas de opresión, incluida la violencia de género. La resistencia de los movimientos populares a asumir las propuestas feministas, poniendo siempre por delante lo relativo a bancos, multinacionales o el paro masculino, nos marca la necesidad de organizarnos entre nosotras para detectar dependencias y servidumbres y poder asumir plenamente la gestión política de nuestros intereses.

Solamente de esta forma podremos poner en la agenda política las cuestiones relativas al empleo femenino, la sexualidad, las bajas de paternidad y maternidad iguales en duración y en obligaciones, la reorganización de la jornada laboral en torno al trabajo no remunerado, la corresponsabilidad en el trabajo doméstico o la abolición del régimen especial de las trabajadoras del hogar. Así podremos transmitir a la sociedad la necesidad de una economía que subordine la lógica del beneficio económico a la sostenibilidad de la vida de las personas. Una tarea enorme que, visto lo visto, solamente podemos encarar nosotras.

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Notas:

1. [Todo pasa por] "La economía, estúpido" (the economy, stupid), fue una frase muy utilizada en la durante la campaña electoral de Clinton en 1992 contra Bush (padre). Luego la frase se popularizó como "es la economía, estúpido" y la estructura de la misma ha sido utilizada para remarcar los más diversos aspectos que se consideran esenciales.

2. Véase articulo de Alicia Puleo, “El patriarcado: ¿una organización social superada?”

3. http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/04/espana/1275647461.html

4. Datos de violencia machista en 2010
http://www.redfeminista.org/searchnoticias.asp?id=muertas2010

5. Véase artículo http://www.elpais.com/articulo/opinion/quien/afecta/recorte/gasto/elpepuopi/20101028elpepiopi_10/Tes

6. Véase artículo de Victoria Aldunate ¿Género? ¿Qué es género? El feminismo no muerde. http://www.lahaine.org/index.php?p=35977

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¡¡REBÉLATE CONTRA EL MACHISMO!!

CONCENTRACIÓN CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA
¡EL MACHISMU MATA!


JUEVES 25 DE NUVIEMBRI, PRAZA ROJA TORLAVEGA, 19:30 HORAS

DUMINGU 28, 17:30 : PROYECCIÓN PILÍCULA "BAJO JUÁREZ"
LLAR MOZU SANANDER

ENTARAJILA: INTERSINDICAL CÁNTABRA, ASAMBLEA FEMINISTA LANGRESTA.

Una de cada tres mujeres del mundo ha sido víctima de agresiones machistas.


La Unesco ha asegurado que la violencia contra las mujeres alcanza "proporciones epidémicas" ya que una de cada tres mujeres en el mundo ha sido víctima de agresiones.

La conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer "nos recuerda las proporciones epidémicas" que está cobrando este problema de "nefastas consecuencias para la salud y el bienestar personales de las mujeres, así como para el desarrollo social y económico en general", señaló la Unesco.

La violencia contra las mujeres constituye una "violación de sus derechos y libertades fundamentales" que resulta "inadmisible, sean cuales sean las numerosas formas que revista", declaró la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova.

Según los datos de la ONU, una de cada tres mujeres en el mundo ha sido objeto de violencias físicas, se ha visto forzada a mantener relaciones sexuales o ha sido víctima de otros malos tratos en su vida, recordó la organización con sede en París.

Por ello, la Unesco ha planificado una semana de eventos en torno a ese problema entre los que destaca una conferencia sobre "La mujer, el agua y el desarrollo sostenible en África" en su sede de París.

En ella se analizará el riesgo de ser raptadas y violadas que corren las mujeres y niñas que "viven en países azotados por conflictos armados cuando van por agua para sus hogares".

martes, 23 de noviembre de 2010

CONCENTRACIÓN: "EL MACHISMU MATA"





CONCENTRACIÓN CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA
¡EL MACHISMU MATA!

JUEVES 25 DE NUVIEMBRI, PRAZA ROJA TORLAVEGA, 19:30 HORAS

DUMINGU 28, 17:30 : PROYECCIÓN PILÍCULA "BAJO JUÁREZ"
LLAR MOZU SANANDER

ENTARAJILA: INTERSINDICAL CÁNTABRA, ASAMBLEA FEMINISTA LANGRESTA.


viernes, 19 de noviembre de 2010

Y resulta que no son 63, sino muchas más: http://www.redfeminista.org/searchnoticias.asp?id=muertas2010

Todas las mujeres asesinadas que no murieron en el acto,
no aparecen en las estadísticas de las que el Estado y los Mass Media se hacen eco.
Para que luego gasten miles de euros en campañas cuyo único fin es
aumentar la popularidad de los políticos y no atajar el problema del
TERRORISMO MACHISTA de raíz.

¡¡No queremos parches, no queremos que nos manipulen, nos alienen y nos engañen!! ¡¡queremos soluciones!! Y las soluciones únicamente pueden llegar con el fin del Patriarcado.

El machismo sigue matando...

EFE. 19.11.2010

Una mujer de 32 años muere apuñalada por su pareja sentimental en Tenerife

Una mujer de 32 años ha muerto este viernes apuñalada por su pareja sentimental con un arma blanca en el barrio de Barranco Grande de la capital tinerfeña, han informado fuentes del 112.

De confirmarse que se trata de un nuevo caso de violencia machista, esta mujere sería la víctima número 63 del año 2010.

El suceso se produjo hacia las 04.10 horas de este viernes y el 112 recibió numerosas llamadas de vecinos alertando del suceso.

El supuesto autor del asesinato ha sido detenido después de que en su huida el coche que conducía colisionase con otro vehículo en la zona de Las Caletillas.

Los dos ocupantes del vehículo contra el que colisionó el conducido por el detenido sufren heridas de carácter leve.

NUVIEMBRI ANTIFACISTA 2010



NOVIEMBRE ANTIFASCISTA ’10 en CANTABRIA: El fascismo avanza si no se combate.

Otro año más la Coordinaora Antifacista de Cantabria organiza diversos actos contra el racismo y el fascismo. Sin embargo, es necesario transmitir que no se trata de una fecha más, para lo que hay que entender el contexto en el que se produce esta convocatoria.

El sistema capitalista conoce una profunda crisis que estamos pagando las clases populares. El fascismo ha sido históricamente una herramienta del capital contra la amenaza de pérdida de privilegios en una revolución popular. Por eso, contra las reivindicaciones anticapitalistas contra la precariedad, la pobreza y el recorte de derechos y libertades que sufrimos; el capital favorece un auge del racismo, del nacionalismo español, de la represión contra los movimientos sociales, del fascismo en definitiva.

En ese contexto hay que situar los intentos de grupúsculos neonazis y filofranquistas de implantarse en Cantabria. O las represivas ordenanzas municipales de Santander. O los medios de manipulación del sistema culpando a la inmigración del paro o la delincuencia, mientras fomentan un nacionalismo español alienante y borrego.

Todavía son grupúsculos. Pero los empresarios y mass media les ceden espacios, la policía y los jueces les amparan, sus discursos simplistas y falaces van calando en ciertos grupos desarraigados e incultos de la sociedad. Y sobre todo, se alimentan del olvido y la pasividad, de la pasividad de la inmensa mayoría de l@s cántabr@s que no les quiere, que quieren una sociedad libre, justa y democrática, pero no toma partido para conseguirla ni para combatir la amenaza fascista.

Por eso es desde la Coordinaora Antifacista de Cantabria hacemos una llamada a participar en las charlas para formarnos, a venir a la fiesta a divertirnos a la vez que colaboramos económicamente, y sobre todo a echarse a la calle un año más el 20-N desde Cuatro Caminos, a mostrar que Cantabria es antifascista, que no les vamos a dejar que nos arrebaten nuestra libertad.
Porque el fascismo avanza si no se combate: ¡movilízate!

- Viernis 19:

19:30 h. Parláa "Conflitividá social ena Europa’l S.XXI" ena sedi’l SUC (C\ Augusto González Linares, núm. 3. Torlavega).

- Sábadu 20:

17 h. Parláa "Situación nel Sáhara y solidaridá enternacionalista ena Librería La Libre" (Rampla Sotileza núm. 1. Sanander).

19 h. MANIFESTACIÓN ANTIFACISTA dendi Cuatru Caminos.

21 h. Jorra "Ama la música, odia’l facismu" nel Llar Mozu de Sanander (C/El Alta nº49)

COORDINAORA ANTIFACISTA DE CANTABRIA
www.antifacista.wordpress.com

jueves, 18 de noviembre de 2010

Bajo Juárez, la ciudad devorando a sus hijas.



BAJO JUÁREZ es una película que borda sobre círculos concéntricos en torno al fenómeno de asesinatos contra mujeres de Ciudad Juárez, Chihuahua. En la voz de un periodista, una madre que pierde a su hija, y una trabajadora de la maquila recién llegada de Veracruz, cuyo rostro representa a las vivas de Juárez, la violencia contra las mujeres se vive de manera distinta sin embargo los transforma a los tres.

Más de 400 mujeres han sido asesinadas y más de 1,000 se mantienen desaparecidas. En el año 1993 comienzan a aparecer en Ciudad Juárez, México, los primeros restos de mujeres asesinadas con sus cuerpos torturados y sexualmente violentados. Sus características son muy parecidas: jóvenes de piel morena, bajo recursos ecónomicos, y en su gran mayoría empleadas de las maquiladoras y estudiantes. Silencio en Juárez no sólo les da voz a estas víctimas, sino que también presenta las diferentes hipótesis detrás de estos feminicidios, que aún permanecen sin resolverse.

http://www.tu.tv/videos/bajo-juarez-parte-1-de-2

http://www.tu.tv/videos/bajo-juarez-parte-2-de-2

martes, 16 de noviembre de 2010

La Industria de la Belleza y la Salud de la Mujer



La Industria de la Belleza y la Salud de la Mujer

Denise Paiewonsky

La cultura occidental moderna trivializa el fenómeno que nos concierne
-la “belleza” femenina y las industrias que se han desarrollado en torno a ella- reduciéndolo todo a la “coquetería natural” de las mujeres. Los mitos culturales dominantes nos aseguran que el culto a la belleza femenina es una constante histórica, que la belleza tiene una existencia universal y objetiva, que las mujeres siempre han anhelado encarnar ese ideal de belleza y los hombres siempre han anhelado poseer a las mujeres que personifican ese ideal. La realidad, de más está decir, es que todo lo que se relaciona con la belleza es cambiante por lugares y épocas, y que la manera en que este ideal se define está estrechamente vinculada al estatus social de la mujer y a los prototipos de conducta femenina prevalecientes en lugares y épocas determinadas.

Es cierto que en las sociedades patriarcales las mujeres siempre hemos sido objetificadas y, por tanto, valoradas en función de nuestra apariencia, tanto en lo que se refiere a criterios de belleza como de fecundidad potencial (en términos históricos, éste último ha sido mucho más importante). Sin embargo, cuando hablamos de la industria actual de la belleza nos estamos refiriendo a un fenómeno que es cualitativa y cuantitativamente nuevo y diferente, y que tiene poco que ver con nociones superficiales de “coquetería femenina”. Estamos hablando de una enorme industria que aglomera una diversidad de sectores económicos, conectados entre sí por intereses comerciales pero también por los mitos contemporáneos de belleza que todos ellos promueven y de los cuales se lucran. Por diversos que parezcan, todos los sectores de esta industria se articulan en torno al eje común que es la imagen corporal de la mujer: el maquillaje, las modas, el cuidado del pelo, los perfumes, las dietas, los gimnasios, los alimentos dietéticos, los medicamentos para rebajar, las cirugías estéticas, la dermatología, la cosmiatría, etc. Todos explotan con éxito la conjunción –ideal para sus fines—del creciente poder adquisitivo de la población femenina, el desarrollo del consumo compulsivo y la mercantilización de la vida social, sumada a la tradicional inseguridad de las mujeres en nuestra apariencia.


El telón de fondo del fenómeno lo constituye la restructuración global de los mercados -que ha conducido a la corporativización y el desarrollo de mega-industrias en el sector de la belleza- junto a la incorporación masiva de las mujeres al trabajo remunerado, sobre todo en las últimas dos décadas. Al tiempo de elevar nuestro poder adquisitivo y de consumo, el ingreso de las mujeres al mercado laboral implica una transgresión de los roles femeninos tradicionales, lo que ha traído consigo un aumento en las presiones sociales –tanto de los hombres como de las propias mujeres—hacia la reafirmación de nuestra “feminidad”, entendida ésta en los términos más convencionales y opresivos. Hablamos, pues, de una industria multi-billonaria -en los EEUU más grande que la industria del cine, por ejemplo - que en las últimas dos décadas ha venido creciendo a un ritmo impresionante, en parte gracias al impulso que le han aportado el desarrollo de los medios de comunicación y de las nuevas técnicas publicitarias y de mercadeo, que con tanta eficacia contribuyen a la propagación del mito a nivel global.
Para citar sólo algunos datos con relación a su tamaño, según la Asociación Norteamericana de Cirujanos Plásticos, la industria de la cirugía cosmética en los Estados Unidos alcanza la cifra de 10 mil millones de dólares anuales. En ese país se practican anualmente más de 2 millones de procedimientos quirúrgicos estéticos. Entre 1992 y 1997 el número de liposucciones aumentó en un 200%, alcanzando las 170 mil intervenciones por año. Para 1997, los ingresos anuales de la industria de la dieta (bebidas y alimentos dietéticos, centros y clínicas de control de peso, gimnasios, aparatos para hacer gimnasia, etc.) se situaban en los 50 mil millones de dólares anuales.

Es importante, pues, tener en mente que cuando hablamos de la industria de la belleza no nos referimos únicamente a las grandes corporaciones multinacionales de la moda, la dieta, los cosméticos y productos de belleza, sino que cada vez más hablamos también de la industria médica: los cirujanos plásticos, las clínicas y hospitales, los anestesiólogos, dermatólogos, endocrinólogos, compañías farmacéuticas, y otros sectores de la salud involucrados en el negocio de la belleza.

La medicalización de la belleza

Lo anterior nos remite a una de las características más notables del crecimiento de esta industria, que es la medicalización de la belleza y su consecuente legitimación tecnológica-científica. Contrario a hace apenas unos años, ahora las cremas de belleza son producidas por laboratorios farmacéuticos de alta tecnología, los cosméticos son hipoalergénicos y los senos pequeños son una disfunción corporal que hay que corregir quirúrgicamente, para citar algunos ejemplos. La creciente medicalización de la belleza es responsable de dos grandes mitos, particularmente dañinos para la salud de la mujer: el de la efectividad y el de la seguridad médica de estos procedimientos. Veamos primero el de la efectividad: todos los estudios revelan que las tasas de fracaso de las dietas, al cabo de un año, superan el 95% . Sabemos que todavía no existe un producto o procedimiento que realmente detenga –y muchos menos revierta-- el proceso fisiológico normal de envejecimiento, igual que no existen cremas verdaderamente adelgazantes, ni tratamientos efectivos para la celulitis (independientemente de lo que diga la propaganda de las clínicas de estética y sus famosas máquinas térmicas, magnéticas y vibratorias, o sus tratamientos con algas, lodo, cromoterapia y demás.). Sabemos que los efectos de la liposucción son transitorios, igual que los de las inyecciones de colágeno o de Botox, los microimplantes, los peelings químicos, la dermabrasión y aún los implantes de seno, a los que finalmente también vence la fuerza de gravedad. Sólo la trivialización del fenómeno de la belleza como asunto de “coquetería femenina” permite la falta de controles y de protección a las consumidoras frente a la enorme cantidad de productos y servicios poco efectivos y/o peligrosos, que se promocionan en base a mentiras y falsedad.

De la misma manera, sólo el poder de los intereses económicos involucrados y la indiferencia ante los riesgos de salud que corren las mujeres permiten la proliferación no regulada de las cirugías plásticas. Para 1992, cuando finalmente la Food and Drug Administration norteamericana prohibió los implantes de seno de silicona, se hacían en ese país unos 94 mil implantes anuales y ya más de 2 millones de mujeres (una de cada 60 adultas) los tenían. A pesar de la notoriedad que rodeó en esa época las complicaciones producidas por los implantes de seno, en los EEUU el número de implantes aumentó en más de un 400% entre 1992-98, superando los 130 mil procedimientos anuales en 1998. Según un estudio publicado en 1997 en el New England Journal of Medicine, el 27.8% de las mujeres implantadas requieren una segunda intervención quirúrgica, en el 80% de los casos debido a complicaciones médicas. La utilización actual de implantes salinos, promovidos por la industria como totalmente inocuos, reduce las complicaciones derivadas de la absorción de silicona por ruptura del implante pero no los riesgos generales del procedimiento ni sus posibles complicaciones, que incluyen: riesgo de anestesia, contracción capsular, infección de la herida, ruptura o desplazamiento del implante, la formación de depósitos de calcio, etc. A lo anterior habría que agregar la pérdida de sensibilidad en el pezón, la interferencia en la lectura de mamografías, y la frecuencia de cicatrizaciones feas o de senos con apariencia poco natural.

Los riesgos de la liposucción –la cirugía estética de mayor demanda en los EEUU, con más de 170,000 procedimientos en 1998 – están bien documentados e incluyen, entre otros, complicaciones por la anestesia, infección, hematoma, shock por pérdida de fluidos y embolias mortales. El New England Journal of Medicine recientemente advirtió sobre los graves riesgos que conlleva el procedimiento, advirtiendo que "la liposucción no es una operación banal, porque puede provocar la muerte de personas en perfecto estado de salud".

El problema de la autoimagen corporal

Como bien sabemos, el fenómeno que nos ocupa hoy afecta fundamentalmente a mujeres y niñas. Aún en el caso de las cirugías plásticas, donde tanto se destaca el incremento en hombres, en los EEUU éstos constituyen apenas el 9% de los casos. De la misma manera, las mujeres y las niñas constituyen entre el 90-95% de los casos de anorexia y bulimia. Según el Instituto de Salud Mental de los EEUU, una de cada 100 niñas adolescentes sufre de anorexia y 4% de bulimia, en tanto que un 15% adicional presenta “trastornos significativos” en sus actitudes y comportamientos alimentarios. Clasificadas por la Asociación Psiquiátrica Norteamericana como patologías mentales, la anorexia y la bulimia presentan las más altas tasas de mortalidad de todas las enfermedades siquiátricas: uno de cada diez casos resulta en fallecimiento por desnutrición, insuficiencia cardíaca o suicidio .

El evidente paralelo entre la expansión de la industria de la dieta y el incremento acelerado de los trastornos alimentarios remite con claridad meridiana al problema de autoimagen corporal que subyace todo el fenómeno de la belleza. Las imágenes corporales que promueve la publicidad de la industria de la belleza y que saturan cotidianamente los medios de comunicación no se corresponden ni con la realidad social ni con la naturaleza biológica del cuerpo de la mujer, con sus formas reales y sus proporciones naturales. Y no solamente porque el modelo único “ideal” ignora la diversidad natural de nuestros cuerpos, de nuestras razas, formas y edades, sino también porque ignora el hecho de que las mujeres tenemos un patrón genéticamente determinado de acumulación de grasa, que se expresa de maneras diferentes a lo largo de nuestras vidas y que no guarda relación con el modelo de esbeltez pre-núbil que se promociona como standard de belleza femenina universal en la actualidad. En efecto, uno de los criterios para el diagnóstico clínico de la Anorexia Nerviosa es un peso corporal inferior en un 15% o más a lo considerado médicamente normal, siendo ésta justamente la talla característica de las modelos de pasarela y de revistas, de las participantes en concursos de belleza, y demás parangones de belleza promovidos por los medios. La delgadez no sólo representa belleza, sino que además ha sido convertida en símbolo de éxito personal, de estatus social y de autocontrol de la mujer. Los medios de comunicación divulgan esta imagen de delgadez vinculándola a la felicidad y al amor, lo que lleva a una internalización cada vez más profunda y temprana de este modelo, que se nos vende como algo realizable y al alcance de toda mujer.

La realidad, por supuesto, es que la imagen corporal y el modelo de belleza que nos venden -empezando a la más temprana edad con la muñeca Barbie y sus proporciones inhumanas- no solamente que son inalcanzables para la mayoría de las mujeres, sino que además son dañinos para la salud, sobre todo cuando la búsqueda de estas dimensiones pasa por las dietas artificiales y las liposucciones

De más está decir que con este análisis no estoy haciendo una apología de la gordura, ni ignorando que la obesidad se ha convertido en un grave problema de salud para los sectores privilegiados de la población mundial. El objetivo, por el contrario, es contrastar las proporciones naturales de un cuerpo normal y sano con la delgadez desnutrida y enfermiza que nos plantea el modelo de belleza prevaleciente. Además de inducir a niñas y mujeres a comportamientos dietéticos autodestructivos, estas imágenes corporales distorsionadas incitan a la forma más insólita de violencia contra nuestros cuerpos: la automutilación, que sólo eso son las cirugías “estéticas”. Y este modelo insano, inhumano y profundamente racista se va volviendo progresivamente hegemónico y continúa expandiéndose a todos los rincones de la tierra, gracias a la globalización de patrones culturales homogéneos promovidos por la expansión y el desarrollo de los medios de comunicación y el comercio mundial.

Pero además de las consideraciones en torno a la salud física, debemos tomar en cuenta el impacto de este modelo sobre el bienestar emocional y social de las mujeres. Cuando antes hablaba de empoderamiento en la esfera pública y desempoderamiento en la privada me refería, entre otras cosas, a las dinámicas que rigen la autoestima femenina. Mientras a los hombres se les reconoce y estima socialmente en función de sus hechos y logros, a las mujeres se nos sigue reconociendo fundamentalmente en función de lo que somos, y esto se define cada vez más en función de nuestra apariencia. Pero mientras lo que hacemos depende de nosotr@s mism@s, el reconocimiento basado en la apariencia física no depende de nosotras, está fuera de nuestro control -y, por tanto, nos resta control y nos genera inseguridad. Y es esta inseguridad la que pauta el desarrollo de la autoestima de ese 40% de niñas que ya a los 9-10 años están haciendo dieta, o de ese 87% de mujeres adultas que desea perder peso . La trampa está echada: nos valoramos a nosotras mismas en función de una valoración externa que en gran medida depende de cuánto nos aproximamos a un ideal de belleza irrealista, inhumano y en la mayoría de los casos inalcanzable. El resultado es catastrófico para nuestra autoestima -y, por tanto, para nuestro empoderamiento personal- pero inmejorable para la industria de la belleza, que se alimenta de nuestras inseguridades en cuanto a la apariencia y crece a costa de agravarlas. Es ahora cuando más oportuna resulta la vieja frase de Simone De Beauvior: “Perder la confianza en su propio cuerpo es perder la confianza en sí misma”.


Conclusión

Como señalaba al comienzo, la gran paradoja es que la enorme expansión de la industria de la belleza haya ocurrido simultáneamente con los procesos de empoderamiento político y social de las mujeres en las últimas décadas del siglo XX. Desde la perspectiva de este análisis, esta expansión ha tenido el efecto de una táctica de contrainsurgencia: mientras nos empoderamos a nivel colectivo (en la esfera pública), nos desempoderamos a nivel individual (en lo privado), entregándonos mansamente a la tiranía de los modelos impuestos, despolitizando nuestros esfuerzos de superación personal, canalizando nuestras energías hacia objetivos que están fuera de nuestro control y auto-devaluándonos ante la imposibilidad de alcanzarlos. Creo que, como activistas por la salud y los derechos de las mujeres, el problema nos plantea enormes retos, entre los que cabe destacar:

1) Promover el abordaje de la problemática de la belleza desde el análisis político feminista del cuerpo como eje fundamental de la opresión de la mujer, definiendo el desarrollo de nuestra autoestima corporal como un asunto de interés político colectivo, no como una cuestión privada e individual. En esta época en que tanto se habla de nuestros logros y avances, no podemos seguir postergando la ampliación de nuestras estrategias políticas para darle al cuerpo, a la sexualidad y a los hechos de la vida privada la importancia central que tienen en nuestra subordinación.

2) Demandar controles y regulaciones apropiadas para la protección de las mujeres frente a los peligros, excesos y abusos de la industria de la belleza, en dos vertientes: primero, en lo referido a los riesgos de salud que suponen las cirugías estéticas, las píldoras y tratamientos para perder peso, el uso de inyecciones de Botox y colágeno, las dermabrasiones y otros procedimientos; y, segundo, como consumidoras de bienes y servicios muy costosos, promocionados en base a premisas y promesas falsas (los productos rejuvenecedores, los tratamientos “científicos” que ofrecen las clínicas de estética, las “dietas mágicas”, algunos procedimientos quirúrgicos, etc.).

3) Darle mayor prioridad a la reconceptualización de la belleza desde una perspectiva integral que enfatice los aspectos de salud (no uso de drogas y tabaco, buena nutrición, ejercicio) y que reconozca las diversidades de raza, edad y cultura. Una perspectiva, en fin, que revalorice a las mujeres, su dignidad y su fuerza, en lugar de inducirlas a subsumir su bienestar, su autoestima y hasta sus vidas en la búsqueda obsesiva de una imagen corporal que las objetiviza, las trivializa y las desempodera.



LA BELLEZA ES TU CABEZA

viernes, 12 de noviembre de 2010

Modelo de mujer B-16




Modelo de mujer B-16
Nosotras, las esclavas para la realización de la mujer, somos fieles a las tradiciones.


Manual de la buena esposa, 1.953 Carta abierta a Susan y Monse.

SusanTidad y MonseÑor, la congregación de Esclavas para la realización de la mujer, a la cuál pertenezco, me ha elegido portavoz de la misma para hacerles llegar a sus augustas personas, el poso tan hermoso que su visita ha dejado en nuestros corazones.

En nuestra congregación hemos seguido muy atentas vuestra peregrinación del último fin de semana por las ciudades españolas de Santiago de Compostela y Barcelona.

Habéis hablado con gran sabiduría de todos los aspectos de la vida de las personas en los que sois competentes, puesto que sois voces autorizadas en temas tan peliagudos como el sexo, la familia y hasta la política. No se me ocurre nadie más experto ni más autorizado para hablar de estos temas que ustedes, Susan y Monse.

Vuestras palabras sobre la familia han sido sabias, sin duda. La familia tradicional es el pilar sobre el que se apoya toda la sociedad. Qué sería de este mundo si la gente fuera libre de no respetar el sacramento del matrimonio, y contrajese matrimonio mayoritariamente por lo civil, como algunos pretenden hacernos creer. Qué unión más impura. Es más, en una representación de teatro de la que nos hicieron una reseña en el parte de las tres, hablaban de un matrimonio entre dos hombres y otro entre dos mujeres, ¡qué disparate!, si no fuera porque era una representación de teatro. Algunos teatros deberían prohibirse, ensucian el alma de las personas puras.

Durante vuestra estancia en Barcelona, pude ver cómo unos simpáticos muchachos festejaban vuestra llegada con castos besos en la mejilla. Algunos de los besos parecían tener lugar muy cerca de la boca, sin duda debido al gran gentío que se agolpaba en sus alrededores para presenciar vuestro raudo paso. Es agradable ver que los seglares también respetan esa costumbre que algunos párrocos practican con cariño en sus más jóvenes discípulos. Angelitos.

Os ruego que no hagáis caso de los millones de voces laicas que intentaron perturbar vuestro santo peregrinar. Pues aún siendo muchas las voces, no tienen el respaldo de la voz divina que vosotras, Susan y Monse, sí tenéis. Os ruego les perdonéis y recéis por su alma, para que puedan entrar en el reino de los cielos, como todas los que no expresamos nunca esos innecesarios e incomprensibles “¿por qué?”. Para nosotras la respuesta a esa pregunta está muy clara: por que lo manda dios padre. Estoy segura de que el laicismo no es más que una moda pasajera que los jóvenes olvidarán rápidamente. Qué cosas tienen los jóvenes. Ustedes, Susan y Monse, sabrán disculparles porque también fueron jóvenes alguna vez y tal vez pertenecieron a grupos de pensamiento o de acción no del todo correctos.

Miles de seguidores también han estado muy atentos a vuestros sabios consejos, con los que intentáis organizar la vida de tanta y tanta oveja descarriada como hay en este laico país. Me pregunto, por ejemplo, qué hubiera sido de nosotras las mujeres sin vuestras sabias observaciones acerca del ámbito de nuestra realización personal. A buen seguro muchas mujeres se hubieran entregado a una vida de perdición intentando ser independientes de los hombres. ¡Qué disparate! Cuando yo era joven…

Algunos atrevidos han hablado del matrimonio como un sacramento que permite al hombre menos dialogante expresar con algo más de rudeza sus opiniones. Nosotras creemos firmemente que esas cosas son cosas que pasan y no deben salir nunca del ámbito de cada matrimonio. ¿Qué clase de mujeres y esposas seríamos si tuviéramos un parecer distinto a nuestros maridos? ¿Qué sería de este mundo si las mujeres no fuéramos lo suficientemente pacientes para recibir los, sin duda merecidos, reproches de nuestros maridos?, ¿con quién se iban a desahogar mejor que con nosotras? ¡No sé adonde iríamos a parar!, menos mal para nosotras que ustedes, Susan y Monse, han sabido transmitir a todo el mundo el camino a seguir.

En fin, no quiero abusar más de su tiempo, tan solo les acompaño un pequeño texto que hemos redactado en mi congregación y que resume sus sabias indicaciones acerca de lo que toda buena mujer debe hacer para convertirse en una buena esposa.

Camino de la realización.

Nosotras, las esclavas para la realización de la mujer, somos fieles a las tradiciones.

Nosotras las esclavas, sacrificamos nuestra miserable vida en beneficio de la vida del hombre, mucho más interesante y verdadero motivo de nuestra existencia.

Nosotras las esclavas, no tenemos mejor cosa que hacer en la vida que servir al hombre.

Nosotras las esclavas, no tenemos juicio ni opinión distinto al de nuestros maridos.

Nosotras las esclavas, no necesitamos conocimientos fuera de la aguja y la sartén.

Nosotras las esclavas, callamos cuando habla el varón, nuestra única luz.

Nosotras las esclavas, obedecemos siempre.

Nosotras las esclavas, no preguntamos al hombre por qué nos pega, él tiene sus motivos.

Nosotras las esclavas, escuchamos los gritos de nuestro hombre cuando pierde la paciencia por nuestra torpeza, como una merecida lección de aprendizaje de incalculable valor.

Nosotras las esclavas, somos fieles a las tradiciones.

Nosotras las esclavas, inculcamos las tradiciones a nuestras hijas, para que, con la ayuda de Dios, sean con sus maridos como nosotras fuimos con los nuestros, unas buenas esposas.


Además, la más veterana de nuestras devotas, asistida sin duda por nuestro señor y guiada por vuestras sabias palabras, ha encontrado entre unos viejos papeles un documento de 1.953, cuando este laico país era aún la reserva espiritual de occidente. Tras la lectura colectiva del documento, todas hemos expresado nuestra alegría y hemos coincidido en que su contenido es de plena actualidad y que les resultará muy útil en esta bendita cruzada suya (y de todas nosotras) por la realización de la mujer.

Benditas sean ustedes SusanTidad y MonseÑor, por los siglos de los siglos, amén.

http://impresionesmias.com

jueves, 11 de noviembre de 2010

NUVIEMBRI ANTIFACISTA 2010



NOVIEMBRE ANTIFASCISTA ’10 en CANTABRIA: El fascismo avanza si no se combate.

Otro año más la Coordinaora Antifacista de Cantabria organiza diversos actos contra el racismo y el fascismo. Sin embargo, es necesario transmitir que no se trata de una fecha más, para lo que hay que entender el contexto en el que se produce esta convocatoria.

El sistema capitalista conoce una profunda crisis que estamos pagando las clases populares. El fascismo ha sido históricamente una herramienta del capital contra la amenaza de pérdida de privilegios en una revolución popular. Por eso, contra las reivindicaciones anticapitalistas contra la precariedad, la pobreza y el recorte de derechos y libertades que sufrimos; el capital favorece un auge del racismo, del nacionalismo español, de la represión contra los movimientos sociales, del fascismo en definitiva.

En ese contexto hay que situar los intentos de grupúsculos neonazis y filofranquistas de implantarse en Cantabria. O las represivas ordenanzas municipales de Santander. O los medios de manipulación del sistema culpando a la inmigración del paro o la delincuencia, mientras fomentan un nacionalismo español alienante y borrego.

Todavía son grupúsculos. Pero los empresarios y mass media les ceden espacios, la policía y los jueces les amparan, sus discursos simplistas y falaces van calando en ciertos grupos desarraigados e incultos de la sociedad. Y sobre todo, se alimentan del olvido y la pasividad, de la pasividad de la inmensa mayoría de l@s cántabr@s que no les quiere, que quieren una sociedad libre, justa y democrática, pero no toma partido para conseguirla ni para combatir la amenaza fascista.

Por eso es desde la Coordinaora Antifacista de Cantabria hacemos una llamada a participar en las charlas para formarnos, a venir a la fiesta a divertirnos a la vez que colaboramos económicamente, y sobre todo a echarse a la calle un año más el 20-N desde Cuatro Caminos, a mostrar que Cantabria es antifascista, que no les vamos a dejar que nos arrebaten nuestra libertad.
Porque el fascismo avanza si no se combate: ¡movilízate!

- Viernis 19:

19:30 h. Parláa "Conflitividá social ena Europa’l S.XXI" ena sedi’l SUC (C\ Augusto González Linares, núm. 3. Torlavega).

- Sábadu 20:

17 h. Parláa "Situación nel Sáhara y solidaridá enternacionalista ena Librería La Libre" (Rampla Sotileza núm. 1. Sanander).

19 h. MANIFESTACIÓN ANTIFACISTA dendi Cuatru Caminos.

21 h. Jorra "Ama la música, odia’l facismu" nel Llar Mozu de Sanander (C/El Alta nº49)

COORDINAORA ANTIFACISTA DE CANTABRIA
www.antifacista.wordpress.com

Sin justicia no habrá paz.



Que las víctimas del fascismo no caigan en el olvido, y que sus verdugos no duerman nunca tranquilos.

Por Lucrecia, por Roger, por Guillem, por Aitor, por Carlos... y por tantas y tantos luchadoras/es víctimas del terrorismo fascista. No permitamos que los que enarbolan la bandera de la ignorancia nos vuelvan a arrebatar a un/a compañer@.

Nunca moriréis porque siempre estaréis en nuestro recuerdo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Liberación femenina y potencial anticapitalista



Liberación femenina y potencial anticapitalista

Recuperemos el método de lucha, transformemos lo que nos llega predeterminado, busquemos soluciones revolucionarias

El capitalismo se basa en la explotación del hombre por el hombre y de la mujer por el hombre.

La clase burguesa, en la implantación de un sistema social capitalista, y dentro del miedo que supone la emancipación social de la clase oprimida, hace uso de mecanismos varios para mantener la dependencia del individuo: a nivel político, de desarrollo personal y, claro está, de la sexualidad y la organización familiar.

En la sociedad preindustrial, la familia combina el control del proceso reproductivo y del proceso productivo. Cuando el mundo industrial impone una economía capitalista, se produce un declive en la percepción del concepto de productividad familiar y los valores asociados a ella. Aunque la revolución industrial no rompió de forma inmediata el grupo familiar como unidad de producción, si supuso un conflicto para la mujer debido a la dualidad de funciones: las mujeres casadas quedarán relegadas al ámbito doméstico (pasando de ser coproductivas a dependientes del salario de sus maridos) y las mujeres solteras se convertirán en esclavas de la división sexual del trabajo asalariado. Aunque en un primer análisis, hombres y mujeres se vuelven interdependientes, en realidad, el trabajo que se considera productivo es el que desempeña el varón, convirtiéndose en protagonista de la producción familiar y justificándose así la figura del jefe de familia; la mujer se convierte en un complemento económico y dependiente de la figura patriarcal. De esta manera, la unidad familiar tradicional es apropiada por la clase opresora como instrumento de control social.

El sistema capitalista nos vende la falsa idea de la liberación femenina de la esclavitud del trabajo doméstico mediante la incorporación masiva de la mujer al trabajo asalariado (en realidad un mercado laboral sexualmente segmentado). Forma un ejército de subordinadas trabajadoras, y necesita consumidoras. Potencialmente el consumo se dirige a la mujer. Así el capitalismo burgués impone un modelo de sociedad que exalta los valores tradicionalmente femeninos basados en un modelo de mujer inalcanzable pero perfecta para sostener la espiral de consumo.

Estamos, por una parte, obligadas a competir con los varones en la cadena de producción capitalista, tenemos que adquirir valores masculinos para poder mantenernos en lucha y demostrar nuestra valúa, la maternidad se presenta como un estorbo y asumimos el trabajo asalariado sin abandonar el que arrastramos en nuestro rol de género (cuidado familiar, trabajo doméstico...).

Así nos encontramos atrapadas entre adquirir y potenciar los valores masculinos que imperan en el contexto sociolaboral y la exaltación de los valores femeninos potenciados por la publicidad y el consumo.

Las políticas neoliberales que dicta el sistema vigente, son políticas patriarcales de dominación, que convierten a las mujeres en una clase social creada para y por la explotación de nuestro trabajo.

No queremos “políticas de igualdad” ni “Estudios de la Mujer”. No nos embaucan las corrientes de clase media pseudointelectuales con su propuesta reformista que sólo pretenden ampliar los espacios de la mujer en la democracia burguesa. Nuestro proyecto inacabado de liberación femenina es incompatible con el desarrollo del estado del capital. Recuperemos el método de lucha, transformemos lo que nos llega predeterminado, busquemos soluciones revolucionarias; teniendo siempre presente que nosotras somos potencial anticapitalista.

Col·lectiu Antifeixista de València

Los varones hacia la paridad en lo doméstico



Los varones hacia la paridad en lo doméstico. Discursos sociales y prácticas masculinas


Comprometerse en lo doméstico quizás no sea fácil para el varón, porque supone admitir que es un productor de injusticia y no muchos toleran percibirse de ese modo.

¿Por qué el intercambio cooperativo en lo doméstico, desde una óptica igualitaria de búsqueda de bienestar compartido y una ética de la justicia y el respeto de género, es tan poco frecuente? ¿Por qué la innovación y el cambio progresista en el hogar son minoritarios entre los varones? ¿Por qué la mayoría de los varones son tan poco receptivos a los reclamos femeninos igualitarios en lo doméstico? ¿Por qué, pese a que incluso muchos proclaman verbalmente el valor de la igualdad, son tan pocos los que en la práctica son coherentes con dicho discurso y toman la iniciativa para transformar sus comportamientos desigualitarios?

Leer texto completo en PDF: http://theplatform.nuevaradio.org/b2-img/varones_domestico.pdf

martes, 9 de noviembre de 2010

¡¡DENGUNA ACUMITÍA ENSÍN CONTESTACIÓN!!

Un hombre mata a su mujer al atropellarla con su coche en Mallorca

Un hombre de 86 años ha matado este martes a su mujer, de 50 años, al atropellarla con su coche en Pollensa (Mallorca), según ha informado a los periodistas la consellera balear de Asuntos Sociales, Promoción e Inmigración, Fina Santiago.

El hombre, de nacionalidad española, ha sido detenido esta mañana por la Policía, y la mujer, originaria de Kenia, ha muerto tras el atropello. La pareja estaba en proceso de separación y tiene un hijo de 21 años, que ha presenciado el crimen.

La consellera ha indicado en los pasillos del Parlament balear que este es el segundo caso de violencia machista registrado este año en Baleares. En España, se convertiría en la víctima número 60 en lo que va de año.

Del total de víctimas, a falta de conocer la situación de esta última mujer, 14 habían denunciado a su agresor, 12 solicitaron medidas de protección y 10 las tenían en vigor. De las 59 mujeres, 36 eran españolas y 23 extranjeras. Respecto al agresor, 34 eran españoles y 25 de otra nacionalidad, y de ellos, once se suicidaron tras cometer el crimen.

Por comunidades autónomas, Andalucía se encuentra a la cabeza, con 15 víctimas mortales de las 59 contabilizadas, seguida de Catalunya, con diez y la Comunidad Valenciana con seis.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Micromachismos invisibles: Los otros rostros del patriarcado



Micromachismos invisibles: Los otros rostros del patriarcado


Por: Purificación Mayobre. (Universidad de Vigo)
Fuente: www.uvigo.es (Septiembre 2009)
Tomado de: hernanmontecinos.com

Ponencia presentada en el VI Congreso Estatal de Isonomía sobre Igualdad entre Mujeres y Hombres. “Miedos, culpas, violencias invisibles y su impacto en la vida de las mujeres: ¡A vueltas con el amor!”. .

1.- Aproximación al concepto de violencia invisible
La incorporación de las mujeres al ámbito público y a ciertas posiciones de poder ha sido uno de los fenómenos más importantes del siglo XX e inicios del XXI y ha provocado una de las mayores transformaciones de las sociedades occidentales contemporáneas.

Esta evolución ha sido posible gracias a las iniciativas de las mujeres, al grado de formación y cualificación profesional alcanzado por las mismas, al rigor logrado por las investigaciones y los estudios feministas y al relevante impulso legislativo promovido por distintos organismos internacionales, por la Unión Europea y por el Estado español.

No obstante, a pesar del mencionado marco legislativo para la igualdad entre mujeres y hombres, la incorporación de las mujeres en pie de igualdad dista de ser completa en nuestra sociedad. La persistencia de las asimetrías en todos los ámbitos sociales se explica, según la historiadora Gerda Lerner en su libro, La creación del patriarcado, porque los cambios y reformas legislativas son condiciones necesarias, pero no suficientes para alcanzar esa deseada situación de no discriminación por razón de género. En palabras de la autora (1990: 316):

Las reformas y los cambios legales, aunque mejoren las condiciones de las mujeres y sean parte fundamental de su proceso de emancipación, no van a cambiar de raíz al patriarcado. Hay que integrar estas reformas dentro de una vasta revolución cultural con el fin de transformar el patriarcado y abolirlo.

La abolición del patriarcado, sin embargo, no se ha producido y no se ha exigido formalmente hasta hace sólo unos meses en que Victoria Sau y la Asociación GEA publicaron la Declaración universal del reconocimiento de la existencia del orden patriarcal y de su definitiva abolición1, en la que se lee:

Que siendo el Patriarcado, una institución inscrita en el seno de la sociedad no ha sido nunca escrita, al estilo, por ejemplo, de un Decálogo religioso o una Constitución política, ha quedado por ello oficial y jurídicamente invisibilizado, lo cual no ha permitido corregirlo, enmendarlo o sencillamente abolirlo por anacrónico, como anacrónicos son por ejemplo el Feudalismo o la Esclavitud. Entendemos por “anacrónico” contrario a los derechos humanos…



SOLICITAMOS de este Foro Internacional se gestione la petición formal de perdón a las mujeres del mundo entero por los agravios y ofensas recibidos durante milenios, al mismo tiempo que se dé por abolido el Orden Patriarcal, y con dicha abolición el cese, de una vez por todas, del enfrentamiento entre hombres y mujeres en tanto que superior/inferior, activo/pasiva, y todos los demás conceptos binarios referidos a ambos sexos para la exclusión de uno de ellos

El hecho de que el patriarcado no se codificara en algún tipo de documento ha permitido que de una forma invisible traspasara casi todas las culturas, los sistemas de producción, las ideologías, las clases, los regímenes democráticos, las ciencias, entre otros, llegando a los inicios del siglo XXI con una salud envidiable, si bien nunca como en nuestros días ha tenido menos crédito en determinados colectivos de mujeres y también (aunque más minoritarios) de varones.

El carácter metaestable del patriarcado ha sido posible por la justificación que ha recibido la dominación masculina desde los inicios de nuestra cultura en el dualismo ontológico de Platón y en la lógica identitaria de su discípulo Aristóteles2, los cuales legitiman la estructuración de nuestra forma de pensamiento de una forma dual, de modo que cada componente de ese sistema bivalente tiene su opuesto, estableciéndose una jerarquización entre las partes. De este modo la cultura patriarcal tiende a equiparar lo diferente (ya sea la diferencia de género, etnia, clase, ilustración, religión, opción sexual) con lo particular, lo periférico, lo deficiente, lo desviado –frente a la norma, lo universal y central- originando relaciones de poder. La lógica binaria aplicada al par hombre/mujer justifica una concepción asimétrica de los mismos, que los varones y la “cultura masculina” hayan sido/sean consideradas como jerárquicamente superiores, en tanto que las mujeres y la cultura femenina hayan sido/sean conceptualizadas como jerárquicamente inferiores, como identidades subalternas.

El privilegio epistémico otorgado por la cultura occidental a la conceptualización masculina del mundo es la base y la fundamentación de lo que el sociólogo francés, Pierre Bourdieu, denomina dominación masculina o violencia simbólica. Se trata de una violencia muy efectiva, invisible para sus propias víctimas, las que asimilan unos esquemas e instrumentos simbólicos de percepción y conocimiento codificados de acuerdo con la relación de dominación que se les ha impuesto, de modo que sus actos de conocimiento son, inevitablemente, actos de reconocimiento, de sumisión. De este modo, la noción de violencia simbólica se ejerce sobre un sujeto con el consentimiento del mismo, entendiendo que consentimiento es desconocimiento, resultando ser, por lo tanto, un poderosísimo instrumento para el mantenimiento del orden social, ya que el individuo vive en una situación de “actitud natural” y “universal”, caracterizada por ser ajena a los efectos de “desnaturalizacion”, de relativización que genera el encuentro de estilos de vida diferentes, que suelen hacer ver que las “elecciones naturalizadas” son históricamente constituidas, basadas en la tradición y no en la naturaleza. En palabras de Bourdieu3 se entiende que:

…. actitud natural o experiencia dóxica (es) ajena a cualquier postura y cuestión herética, esta experiencia es la forma más absoluta de reconocimiento de la legitimidad; aprehende el mundo social y a sus divisiones arbitrarias como naturales, evidentes, ineluctables, comenzando por la división socialmente construida de los sexos.

Uno de los mecanismos más potentes de reproducción del sistema patriarcal es la invisibilización, el silencio, el no nombrar las cosas por su nombre, ya que lo que no se nombra no existe. En las disciplinas académicas, en la escuela, en los medios de comunicación, el concepto o el vocablo patriarcado (tan común en foros feministas o en las investigaciones de género) no existe, no se nombra, en consecuencia no se reconoce una estructura social jerárquica ni tampoco se percibe la persistencia de unos instrumentos simbólicos de conocimiento, de unas categorías conceptuales, de una organización económica/cultural/educativa/institucional, de unas tradiciones, de unos estereotipos, que postulan la dominación masculina y la subordinación de las mujeres.

En las últimas décadas, las reivindicaciones de las mujeres y el marco legislativo de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres pueden inducir a condenar el machismo (actitud y comportamiento de quien discrimina o minusvalora a las mujeres por considerarlas inferiores respecto de los hombres) o la misoginia (aversión o rechazo hacia las mujeres), es decir, el rostro más amargo del patriarcado, pero no se analizan las causas más profundas que originan esas conductas humillantes para las mujeres. El resultado es que sólo se produce un cambio superficial, el sistema patriarcal edulcora sus manifestaciones más discriminatorias, se tornan más sutiles los procedimientos discriminatorios, pero no se produce una transformación de su urdimbre más profunda, no se modifica su lógica excluyente, manifestándose la discriminación con un rostro más benevolente, aunque en el fondo los procedimientos de subordinación sigan siendo esencialmente los mismos.

Uno de los efectos más perversos de la violencia simbólica es el establecimiento de la « natural » distinción entre esfera doméstica/ esfera pública, planteada por Platón en La República y por Aristóteles en La Política, y la exclusión de las mujeres de la gestión de las res pública y del Estado por su incapacidad para abandonar el estatuto de la domesticidad y convertirse en ciudadanas. Esa « natural » distinción entre una esfera pública masculina y una esfera doméstica femenina, que hace de las mujeres unos sujetos políticamente impensables y, por lo tanto, unos no-sujetos –contrariamente a lo que en principio pudiéramos pensar- no se ha corregido a no ser parcialmente en los estados democráticos, lo que explica la persistencia del sexismo o androcentrismo en la sociedad actual a pesar del reconocimiento formal de la igualdad entre hombres y mujeres.


2.- Los otros rostros del patriarcado

Hoy, en las sociedades democráticas, el sexismo se sigue manifestando no tanto en forma de un sexismo explícito u hostil, sino en lo que diversas autoras y autores (Lameiras, 2002, Martínez Benlloch, 2008) denominan “neosexismo” o “sexismo moderno”, consistente en afirmar que la igualdad ya es una realidad de la sociedad contemporánea y que, en consecuencia, es superflua la lucha contra la discriminación de género. También se puede manifestar en forma de “sexismo benevolente”, manifestación de un sexismo más sutil, consistente en presentar a las mujeres como complementarias de los varones, pero naturalizando la diferenciación jeraquizada entre los sexos y justificando el mantenimiento de los roles y la exclusión o discriminación de género. Estas nuevas expresiones de la dominación masculina, este sexismo ambivalente o de baja intensidad es lo que ha sido denominada por Luis Bonino (2004) como “micromachismos”, un ejercicio de la dominación masculina más invisible, menos perceptible que el sexismo explícito por su “pequeñez”, por su carácter micro, o por su normalización, independientemente de que la dominación se ejerza a nivel macro.

Esta manifestación más benevolente del patriarcado no quiere significar que el rostro más violento y excluyente no siga estando vigente en todas las culturas, incluidas las sociedades más democráticas, más cultas, más refinadas. Mencionaremos solamente algunos hechos significativos a este respecto:

• En todos los países (incluidos los que tienen una larga tradición democrática) el número de mujeres víctimas de violencia de género por el simple hecho de ser mujeres es escandaloso y resultaría inadmisible si les ocurriera a los varones por el hecho de ser varones.

• Algunas leyes de aborto, incluida la actual española, son leyes que siguen considerando a las mujeres heterónomas, incapaces de decidir por sí mismas y teniendo que someterse al dictamen de la autoridad médica.

• Hasta la Conferencia de Pekín (1995) no se consideró la violación de guerra como crimen contra la humanidad. Ese reconocimiento fue posible por la exigencia planteada en dicha Conferencia de la admisión de los derechos de las mujeres, manifestada en el siguiente slogan: ”Los derechos de las mujeres son derechos humanos”.
2.1.- Neosexismo

La consideración de que la igualdad es una realidad en las sociedades democráticas y que, por lo tanto, es excesivo insistir en la protesta contra la discriminación de género, constituye una clara manifestación de uno de los efectos más perversos de la violencia simbólica y una clara demostración de que los cambios y reformas legales no son suficientes para que se produzca un cambio estructural y se de paso a una nueva organización social en la que las realidades transhistóricas y panculturales queden abolidas y se reconozca la diferencia de género en intersección con las otras diversidades de culturas, edad, preferencia sexual, grupos no hegemónicos etc.

La lectura de las importantes aportaciones realizadas por los estudios feministas en todas las disciplinas ponen de manifiesto la vigencia del androcentrismo y que el nuevo rostro del patriarcado, el neosexismo, obedece al deseo de seguir manteniendo unos privilegios que chocan con los principios de rigor y abandono de los prejuicios preconizados por la propia ciencia, y por los principios éticos y democráticos de los estados de derecho.

Los datos proporcionados por la última publicación del Instituto de la Mujer, Mujeres en cifras 1983-2008, o del Instituto Nacional de Estadística, Mujeres y Hombres en España 2009, son muy elocuentes. A continuación, basándome en esas fuentes o en las que se citan explícitamente, pasaré revista a algunos datos en los que se refleja la profunda asimetría existente entre los géneros en los inicios del siglo XXI.
Empleo

En los últimos años han evolucionado las formas de trabajo en España: se ha especializado, globalizado, se ha incrementado la participación femenina en el trabajo remunerado y se han manifestado ligeros cambios en la redistribución por género del trabajo asalariado. No obstante, la situación dista mucho de ser igualitaria, y lo que es peor en una situación de crisis las mujeres llevan la peor parte. Por comparación con La Unión Europea, España sigue siendo un país con baja tasa de actividad femenina y elevado índice de paro:

• Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de 2009, la tasa de empleo femenino es del 42,23%, mientras que la tasa de empelo masculino es del 57,46% ; la tasa de paro femenino es del 18,01% y en los varones es del 16,86%. En cuanto a la tasa de actividad, la femenina se encuentra en el 51,51% y la masculina en el 69,11%.

• Según esa encuesta, la división de papeles por género en el trabajo remunerado es muy intensa. El 70% de las ocupadas se concentra en muy pocas ramas de actividad, con un peso creciente en empleos de menor cualificación, a pesar de la mayor formación de las mujeres. La mayoría de las actividades se enmarcan en el sector servicios, siendo muy baja su presencia en el sector industrial, de ahí que en el caso de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), de las 227.571 personas afectadas en el primer cuatrimestre de 2009, el 81% fueron hombres y el 19% mujeres.

• Otro factor negativo del mercado de trabajo es su alto índice de temporalidad, que se traduce en precariedad, siendo mayor en el caso de las mujeres. Según los datos de la EPA, 1.708.600 mujeres tienen un contrato parcial frente a 386.200 de hombres, representando el 81,56% de la contratación a tiempo parcial.

Poder y toma de decisiones Participación en el ámbito político y adiministrativo

La Ley Orgánica 3/2007 de 22 de Marzo para la igualdad efectiva de mujeres y hombres entiende por participación equilibrada de hombres y mujeres aquella en la que el porcentaje de participación de cada uno de los sexos no sea inferior al 40% ni superior al 60%. Ese porcentaje no se cumple a no ser en el gobierno tras la última remodelación del Gobierno realizada en 2008, siendo mayor el número de ministras al de ministros, pero la presencia equilibrada no se mantiene en otros estamentos políticos:

• En el Congreso y en el Senado se ha incrementado la participación femenina en 0,3 y 3,1 puntos porcentuales, respectivamente, pero ni en el Congreso ni en el Senado se alcanza el equilibrio dictado por la Ley Orgánica de Igualdad. En el Congreso el porcentaje de mujeres se sitúa en el 36,3%, 3,7 puntos porcentuales por debajo del mínimo establecido, y en el Senado la diferencia es de 11,8 puntos porcentuales por debajo. Mayor equilibrio existe en algunas asambleas legislativas de algunas comunidades autónomas.

• La participación equilibrada de hombres y mujeres no se mantiene en otros ámbitos de representación: Delegaciones en las Comunidades, Subdelegaciones, representantes de España en el exterior, Organismos Internacionales etc.

• La presencia equilibrada no se mantiene en los altos cargos de la Administración Pública, donde las mujeres ocupan sólo el 32% del total. La participación femenina más baja se produce en el rango de Subsecretrario/a (27.5%). La mayor presencia se da en las Secretarías de Estado (33%).

• En la Alta Administración del Estado, en el año 2008, había un 53,2% de funcionarias, siendo el grupo de auxiliares administrativos el único colectivo en el que las mujeres superan a los varones, 72%.
Participación en el ámbito económico

• Según la Encuesta de Población Activa, en el tercer trimestre del año 2008, del total de personas que desempeñan puestos directivos o de gerencia de empresas un 32,7% son mujeres, un 0,2% menos que el mismo trimestre del año anterior, aunque en cifras absolutas el número de mujeres en puestos de dirección o gerencia ha crecido un 1,4% respecto al 2007.

• En el año 2007 el porcentaje de mujeres en puestos directivos en la dirección de organizaciones de 10 o más asalariadas/os del poder ejecutivo y legislativo era de un 47,8%. En el año 2008 apenas alcanza un 36,6%, lo que supone un descenso de 11,2 puntos porcentuales. En datos absolutos, el número de directivas ha pasado de 1320 en 2007 a 1040 en 2008, produciéndose un decrecimiento del 21,2%.

• La presencia equilibrada de hombres y mujeres sólo se produce en la gerencia de empresas sin personas asalariadas, y en concreto en las empresas de comercio y hostelería, en las que el porcentaje de mujeres se situó en el tercer trimestre del año 2008 en un 54% y un 50% respectivamente.

• En los Consejos de administración en los que participa la Administración General del Estado, pese a la obligación establecida en el artículo 54 de la Ley Orgánica para la Igualdad, de observar el principio de presencia equilibrada de los dos sexos, y la obligación de potenciar la promoción de dicha presencia en el plazo de ocho años, la presencia de mujeres en dichos consejos continúa siendo baja. En las entidades públicas empresariales, el porcentaje de mujeres en los consejos de administración alcanza en 2008 un 18,5% y en el caso de las sociedades estatales un 13,9%

• En el 2008 sólo un 6,5% de mujeres ocupan puesto en los Consejos de Administración de las grandes empresas del IBEX-35.

Educación

• En los últimos 25 años el nivel de estudios de la población española se ha incrementado notablemente y el número de mujeres analfabetas o sin estudios se ha reducido a un 84,2%. No obstante, el analfabetismo sigue estando feminizado, puesto que en 2007, según la EPA, casi un 70% de las personas analfabetas o sin estudios continúan siendo mujeres.

• El número de mujeres con estudios secundarios se ha incrementado en un 200% con respecto a 1982.

• El incremento ha sido mucho mayor en el nivel universitario, ya que supera el 407% la tasa de 1982. En el curso 2006-07 el 54,4% de personas matriculadas en enseñanzas universitarias de 1º y 2º ciclo eran mujeres y el 51,8% eran alumnas de doctorado.

• El profesorado es mayoritariamente femenino, siendo las mujeres el 62,4% del total del profesorado en el curso 2006-07. Los porcentajes son especialmente elevados en Educación Especial (80,7%),Educación Infantil y Primaria (78,2%) y Enseñanza de Idiomas (74,1%). En el nivel universitario se reduce a un 36,9% de titulares y solamente un 14,4% es catedrática.
Cultura

La capacidad de decisión de las mujeres en el denominado “poder cultural” es muy baja si tenemos en cuenta los siguientes datos:

• El número de académicas en las Reales Academias apenas alcanza el 6,4%. en el año 2008.

• Un mayor equilibrio entre mujeres y hombres se produce en el total de personas que han sido premiadas en el año 2008, especialmente si la entidad otorgante fue la Administración General del Estado; en este caso, el porcentaje de mujeres premiadas alcanzó el 48.7%.

• Respecto a los premios que concede la Administración del Estado al finalizar los estudios a las /los mejores estudiantes, en el nivel correspondiente al bachillerato el porcentaje de mujeres que reciben el premio es de 26,7%. En F.P. de grado superior el nivel es del 50.0% En los niveles de estudios superior, es ligeramente superior los premios otorgados a las mujeres (50,5%) y también es ligeramente superior el nivel de Menciones especiales (50,6%).

• Sólo un 7% de películas han sido dirigidas por mujeres en el cine español entre los años 2000-06, según los resultados del proyecto de investigación dirigido por Fátima Arranz4.

• En el mundo artístico, el número de exposiciones individuales de mujeres es totalmente minoritarias. Según el Manifiesto Arco 20055 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de 28 exposiciones individuales programadas en 2004 solamente 4 eran de artistas mujeres. Las dos exposiciones que el Ministerio de Asuntos Exteriores patrocinó para representar a España en la Bienal de Venecia 2003 no incluían ninguna artista. La programación que desde 2002 el Seacex, la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, dependiente del Ministerio de Exteriores, de 43 exposiciones individuales sólo 2 son de artistas mujeres.

• Entre los libros más vendidos, los de autoría femenina están en torno al 10% los de ficción y el 20% los de no ficción25% según Laura Freixas.

• En teatro las mujeres son minoritarias especialmente en la dirección y autoría tal y como se puede ver en el Proyecto Vaca.

A pesar de estos datos tan reveladores de la discriminación existente, del derroche de masa crítica, del desperdicio de capacidades y competencias de las personas más altamente cualificadas, sin embargo es fácil leer en la prensa, incluidos los medios de comunicación de izquierda, titulares como los siguientes:

« Los libros son cosas de mujeres »
« El cine es cosa de mujeres »
« La música es cosa de mujeres »
« La empresa se feminiza »
« Ellas toman el mando en las empresas »
“Las mujeres hoy están en todas partes”
“Hay un dominio femenino en la sociedad actual”

Estas afirmaciones son muy reveladoras de una ideología patriarcal, que no sólo distorsiona la realidad, sino que actúa sobre ella frenando el avance de las mujeres, legitimando y naturalizando su ausencia de los ámbitos de decisión/poder. Como afirma Laura Freixas 6:

Si la exclusión o marginación de las mujeres en la cultura afectara solamente a las profesionales de la cultura, estaríamos ante un simple problema gremial. Pero es un grave error verlo en esos términos. Pues una cultura que invisibiliza a las mujeres –o las ridiculiza o trivializa sus preocupaciones- no perjudica sólo a las literatas, poetas o a las compositoras, sino a todas. Cuando los políticos se preguntan desesperados qué se puede hacer para frenar la violencia de género, habría que sugerirles que no vayan sólo a los juzgados sino al cine. Allí verán como en las películas dirigidas por hombres – no así, nunca en las dirigidas por mujeres- la violación, los malos tratos se presentan con frecuencia en clave de humor (Pilar Aguilar: Mujer, amor y sexo en el cine español de los 90) ¿Imaginan que se hiciera algo similar con el terrorismo? Este ejemplo debería ser suficiente para empezar, por fin, a darnos cuenta de que todo el esfuerzo que se está realizando en cuanto a malos tratos o violencia de género, igualdad salarial o paridad política, se arriesga a ser insuficiente –por no decir saboteado- si no nos tomamos en serio la igualdad en la cultura.

2.2. Sexismo benevolente

Por sexismo benevolente se entiende la consideración de las mujeres como complementarias de los varones, pero naturalizando la diferenciación jerarquizada entre los sexos y justificando el mantenimiento de los roles y discriminación de género. Se trata de un tipo de sexismo muy perjudicial, no niega el acceso de las mujeres al estudio o al mundo laboral, pero la mujer debe ser ante todo mujer, lo que en romano paladino significa que cualquier aspecto de la vida de las mujeres, en mayor o menor medida, ha de estar subordinado al cumplimiento del estereotipo de género, esto es, de mujer cuidadora/madre y objeto de deseo de los varones. Este hecho puede originar los siguientes síndromes en la vida de las mujeres (Simón, 2003, p. 100):

• El síndrome de la cenicienta, consistente en la autopercepción como parienta pobre pero afortunada, viviéndose como torpe, mutilada, poco diestra, siendo enseñada o reprendida por cualquier razón o sinrazón, sólo para mantenerla como dependiente. Según Simón son mujeres candidatas a padecer acoso sexual o a ser víctima de violencia de género. En algunos casos son las agradecidas “mujeres-cuota” o “mujeres-florero” que ornamentan alguna candidatura o presentan una imagen políticamente correcta de alguna institución.

• El síndrome de la becaria desclasada, propio de aquellas mujeres que se camuflan como varones hasta tal punto que rechaza cualquier manifestación femenina por la carga simbólica de inferioridad que conlleva. Son mujeres que llegan al poder investidas del estilo masculino y asimilándose al autoritarismo, competitividad o fuerza.

• El síndrome de la abeja reina, característico de mujeres que adquirieron posiciones de poder o de reconocimiento importantes y que creen que el esfuerzo y el mérito permite llegar a las mujeres allá donde quieran llegar, como les ha sucedido a ellas mismas. Generalmente rechazan cualquier medida correctora del sexismo imperante e impulsora de la igualdad de oportunidades entre mujeres y varones. Suelen ser candidatas a superwoman, a creer que pueden con todo sin sufrir ningún tipo de resquebrajamiento.

3.- Alternativas feministas a los micromachismos invisibles

Desde la perspectiva feminista se considera que la dominación masculina tiene su origen en los valores patriarcales, los cuales declaran que las mujeres son unos seres subordinados. La desaparición de las desigualdades entre hombres y mujeres y la redefinición de los géneros serían elementos esenciales para atajar la violencia simbólica e instaurar una sociedad menos excluyente. Para ello sería preciso promover un cambio estructural en el organigrama sociosimbólico patriarcal, un cambio en sus categorías de conocimiento e instrumentos conceptuales, un cambio en su sistema productivo, un cambio en el ejercicio de la política, un cambio en la estructuración de la sociedad de una forma dual (público/privado, sustentador/cuidadora), en definitiva, un cambio de cultura o civilización. Esta afirmación pudiera parecer mesiánica en otro momento, pero nunca como ahora, en la situación de crisis económica en la que nos encontramos, es precisa una reforma estructural del sistema patriarcal y de su modelo productivo para conseguir un desarrollo humano, social y económico sostenible a nivel mundial.

La nueva cultura no hay que inventarla, está esbozada en las importantes aportaciones realizadas por las investigaciones y los estudios feministas y en las buenas prácticas existentes en diversos ámbitos sociales, y su característica principal consiste en presentarse como una alternativa liberadora frente al patriarcado, una invitación a desdeñar los cánones y convenciones excluyentes y a apostar por una forma de pensar diferente, una forma superadora de antagonismos irreconciliables, una cultura nómade en el sentido que le da Rosi Braidotti, es decir, una cultura en la que no hay lugar para sitios originarios o identidades auténticas de cualquier tipo sino nuevas prácticas que abren espacios intermedios en los que explorar nuevas formas de subjetividad política. En este nuevo horizonte se afrontan las profundas desigualdades que se han establecido históricamente entre los sexos y los géneros mediante la puesta en marcha de un proyecto político que apueste no sólo por la consecución de derechos sino por el disfrute de libertades individuales, pero no sólo de las libertades liberales de voto, mercado, asociación etc. sino en el sentido expuesto por Foucault (Defert, 1994: I, 768):

Hacerse libre para pensar y amar aquello que, en nuestro universo ruge desde Nietzsche: diferencias insumisas y repeticiones sin origen.

La nueva cultura ha de referenciar la realidad mediante nuevas figuraciones capaces de volver inteligible lo que era ininteligible en el orden establecido, capaces de articular nuevos significados, de introducir la discontinuidad, de modo que la alteridad, la diferencia sexual y lo femenino no se sigan enjuiciando según los criterios misóginos de la economía binaria y, consecuentemente, permitan vislumbrar nuevos horizontes posibles.

Uno de los aspectos fundamentales a la hora de elaborar nuevas representaciones simbólicas de la realidad es el lenguaje debido a la íntima conexión existente entre lenguaje y pensamiento, y lenguaje y realidad. Como afirma Teresa Meana (2002) “Porque las palabras no se las lleva el viento”, o como mantiene Deborah Tannen (1999), “Las palabras importan”, importan hasta tal punto que se puede decir que el lenguaje de forma invisible moldea nuestra forma de pensar sobre las demás personas, sus acciones y el mundo en general. En consecuencia, el uso del lenguaje no es nada inocente, ya que si bien es un instrumento que comunica, que transmite, que expresa, también es un instrumento que tiene un carácter performativo, que tiene capacidad de crear cosas y situaciones en la medida en que las nombra y, por lo tanto, también tiene capacidad para modificar situaciones y realidades.

La transformación del orden del conocimiento y del orden de la realidad se incrementa notablemente desde que las mujeres hacen uso de su libertad de pensar/decir y se atreven a expresar lo ignoto, lo inaudito, lo insospechado en la cultura patriarcal, al establecer conexiones entre hechos e ideas que los varones habían dejado desconectadas, al nombrar lo innombrable, lo no codificado, los silencios y las ausencias de la cultura patriarcal.

Este hecho tiene consecuencias, entre otras, el declive del privilegio epistémico otorgado por la cultura occidental a lo que el sociólogo portugués Boaventura Santos Sousa denomina la monocultura del saber científico, consistente en suponer que los únicos criterios de verdad y de calidad estética se encuentran en la ciencia y en la cultura moderna androcéntrica, de modo que los saberes no formalizados (femeninos, indígenas, religiosos etc.) se consideran irrelevantes, prejuiciosos o falsos. El debilitamiento de esa monocultura generizada en masculino permite poner en valor aspectos que han sido invisibilizados o infravalorados como los siguientes: el trabajo no asalariado, el cuidado de las otras personas, al valor de la naturaleza, los sentimientos, los afectos, las emociones, la escucha, la diversidad cultural, las diferencias de género, etnia, tendencia sexual etc.; en definitiva, favorece la posibilidad de nombrar valores fundamentales de nuestra condición integral de seres humanos (muchos de ellos tradicionalmente asociados a las mujeres), de nuestra necesidad de “ser con los otros” y no “frente o contra los otros” y tampoco “frente o contra la naturaleza”. Esta nueva forma de pensar/decir el mundo, de pensarnos/decirnos y de pensar/decir a las otras personas tiene la capacidad de promover un tipo de vida más inclusiva, más democrática y más humana.



NOTAS

1.Declaración universal del reconocimiento de la existencia del orden patriarcal y de su definitiva abolición [en línea]. Dirección: http://www.proyectopatriarcado.com/es/manifest.do . [Consulta el 31-08-09]

2 Legitimación refrendada por los filósofos, teólogos, médicos, pedagogos, intelectuales etc. hegemónicos de nuestra cultura hasta la actualidad

3 Bourdieu, Pierre, La Dominación masculina [en línea]. Dirección: http://webs.uvigo.es/pmayobre/06/arch/profesorado/pilar_gonzalez/pierre_bourdieu.pdf. [Consulta: el 31-08-09]

4 Arranz, Fátima. La situación de las mujeres y los hombres en el audiovisual español: Estudios sociológico y legislativo. [en línea]. Dirección: http://www.cimamujerescineastas.es/estudio.pdf

5 M ANIFIESTO: “Las políticas de igualdad entre hombres y mujeres en los mundos del Arte”. [en línea]. Dirección: http://www.revistabandeapart.com/002/txt/12.htm [Consulta: 31.08.2009]

6 Freixas, Laura, “La marginación femenina en la cultura”. El País 3 de Mayo de 2008. [en línea]. Direcció